Muchos medios de comunicación recuerdan hoy el fallecimiento, no de Sissi, la gran emperatriz de Viena y reina de Hungria, sino de la mujer que le dio vida en la pantalla y que se ha convertido en un mito de elegancia, espíritu de los 50-60 y sofisticación. En la imagen, uno de los 130 retratos de la actriz Romy Schneider (1938-1982) incluidos en la muestra "El recuerdo es a menudo lo más bello - Retratos fotográficos de Romy Schneider", que acogió el museo Opelvillen, en la ciudad de Rüsselsheim (oeste de Alemania). Debajo, algunas fotografías de Viena: El parque de atracciones más antiguo de Europa, su catedral y el palacio de verano de Sissi y el emperador.
Cuando tenía 5 años yo moría por ir a Viena. Creía que allá todas las mujeres usaban crinolinas como Sissi, que todos los hombres se vestían de húsares, y que las parejas se pasaban el día entero bailando valses de Strauss. Todo eso gracias a Romy Schneider. Fue casi tan desdichada como la Emperatriz, pero a muchos nos hizo muy felices. Ojala haya encontrado la paz que no tuvo en vida.
ResponderEliminarEstoy totalmente de acuerdo contigo... Era todo tan evocador y romántico. Voy a poner alguna foto de Romy y otras de los castillos y palacios de Viena, donde estuve el mes pasado, y en efecto, es precioso. Saludos.
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